Gabriela Amezquita Vargas es una joven de 23 años quien en la noche del pasado 1 de marzo fue víctima de acoso y atraco en la calle 127, por donde caminaba en sentido oriente - occidente, y denuncia que, pese a que fue ultrajada y acosada, la Fiscalía solo tuvo en cuenta su denuncia por hurto.
En su relato, Gabriela describió: “yo tomé la decisión de coger un atajo para no seguir mi recorrido sobre la acera. Caminé entonces sobre un pastizal y ahí dos tipos jóvenes me abordaron. Son venezolanos”.
Apenas sintió su presencia, ella se atemorizó, y empezó a correr buscando nuevamente la acera.
“Pero ellos me persiguieron y me agarraron. Me tomaron de la ropa, me tiraron al suelo y me taparon la boca cuando comencé a gritar y a pedir auxilio”, relató la mujer.
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Nadie la ayudó en ese momento, pese a que apenas eran las 8 de la noche, era temprano, la ciudad seguía despierta, pero nadie la ayudó, mientras que “los tipos me comenzaron a manosear. Metían sus manos dentro de mi camisa y mi ropa íntima”.
Ella los mordía y los pateaba y trataba de darse la vuelta para escapar. “De hecho en Medicina Legal quedó registrado que yo tengo morados en las rodillas debido a la agresión que sufrí en ese momento. Los tipos se pusieron encima mío”, afirmó.
En ese momento Gabriela notó que uno de sus atacantes tenía un cuchillo, “yo, en pánico, me arrastré hacia atrás, pero ellos salieron huyendo con mi bolso”, dijo.
Como logró escabullirse de las manos de los delincuentes, ellos salieron corriendo, pero la víctima en un acto inesperado, salió corriendo detrás de los delincuentes y los persiguió por unas treinta cuadras.
“Pasando el caño de la calle 127 los atrapó la Policía en flagrancia, justo en frente de la clínica Reina Sofía. Solo dos trabajadores de Rappi y dos vendedores informales me ayudaron en la tarea, ya al final de la persecución, y pues luego los oficiales”.
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Luego de que la Policía capturó a los hombres, Gabriela y su familia llegaron hasta el CAI de Unicentro y después se dirigieron a la Unidad de Reacción Inmediata de Paloquemao para interponer la denuncia. “En Medicina Legal me tomaron los datos de lo sucedido”.
Sin embargo, Gabriela denunció que la Fiscalía solo le imputó a los delincuentes el delito de hurto agravado.
“Yo voy a poner otra denuncia por acto sexual violento. La Fiscalía no me asesoró, ellos me tocaron, me ultrajaron”. La joven quedó con graves secuelas psicológicas, pero quiso exponer su caso para que otras personas estén prevenidas de lo que está sucediendo en el sector.
Dónde pedir ayuda ante una agresión
Sepa que si usted es víctima de agresiones como mujer, puede recibir orientación psicológica y jurídica de manera gratuita con la Secretaría de la Mujer.
Las líneas de atención son:
Línea Púrpura: (+57) 018000112137
Whatsapp (+57) 3007551846
Correo: lpurpura@sdmujer.gov.co
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