Camila Alfaro publicó un vídeo en su Instagram donde realizó una denuncia pública (escrache) contra su expareja, Sebastián Valencia Medina, a quien acusó de violencia física, psicológica y sexual. La publicación fue respaldada por dos denuncias penales que ya habría interpuesto en la Fiscalía General de la Nación. El vídeo fue publicado el pasado 13 de diciembre por la joven, de 24 años, y en pocas horas se hizo viral en Colombia.
De acuerdo con el testimonio, la relación entre Camila y Sebastián se inició en 2019 y, cuando comenzó la pandemia en el año 2020, decidieron irse a vivir juntos a la casa de Valencia, donde él estaba con su familia. Según cuenta, fue ahí cuando se desató una serie de conductas violentas y progresivas que comenzaron con maltrato psicológico y que se convirtieron en maltrato físico.
En su relato, Camila afirma que Valencia usaba como estrategia el 'gaslighting', una estrategia de manipulación y control que usa el victimario para hacer sentir a la víctima fuera de la realidad, afirmando que están locas/os o que son demasiado sensibles.
Varias organizaciones sociales que trabajan por los derechos de las mujeres como ‘Communia y Las Guaguas’ se han pronunciado frente a este caso y rechazaron las conductas violentas que afectaron la integridad de Camila Alfaro.
Estas organizaciones sociales han alertado a la ciudadanía, ya que en Colombia se presentan a diario otras historias similares que afectan a otras mujeres, quienes han vivido o están viviendo estas situaciones de violencia en silencio por miedo a denunciar.
Por su parte la Fiscalía, señaló a través de su cuenta de Twitter que el Fiscal General, Francisco Barbosa: “priorizó el caso de la joven Camila Alfaro por presunta violencia sexual y física, a través del grupo nacional de género, y destinó un equipo especial de investigadores y fiscales para investigar los hechos”.
De acuerdo al último informe presentado por Medicina Legal, en Colombia han aumentado los casos de violencia contra las mujeres, y según su reporte, hay 98.545 víctimas de estos hechos. En comparación con el año anterior, las denuncias por feminicidios, violencia sexual y acoso aumentaron un 6%.
Entre enero y julio 535 mujeres fueron asesinadas en el país, 18,1% más que en 2020; mientras que 9.899 fueron violadas, 11,1% más que el año pasado. Así mismo, 15.239 resultaron golpeadas por su pareja, 10.392 fueron víctimas de violencia intrapersonal y 5.620 denunciaron agresiones en su propio hogar.