En Colombia aún tenemos una sociedad ultraconservadora que se cree con la potestad de imponer la libertad de incidir en la orientación sexual de una persona, al punto de que es inaudito que se tenga que crear una iniciativa legislativa para prohibir los denominados ‘Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad de Género o de Expresión de Género (ECOSIEG)’, espacios principalmente de carácter religioso o psiquiátrico donde las personas LGTBQI+ son sometidas a aberrantes situaciones.
El representante a la Cámara del partido Alianza Verde, Mauricio Toro, es quien lidera desde el Congreso este proceso con miras a crear el proyecto de Ley, según él, con el respaldo de cerca de 40 mil personas que firmaron una iniciativa de carácter ciudadano para que diera inicio en su trámite legislativo.
El congresista Toro destacó que “recibí un mandato ciudadano, más de 40 mil firmas que me entrega All Out, para decir en Colombia no más terapias de conversión, porque somos inconvertibles. También entregamos una carta a los congresistas pidiéndoles que también se unan a decir no a las terapias de conversión en nuestro país”.
All Out es un movimiento global por los derechos de las personas LGTBQI+ y Andrés Forero Ordoñez es uno de sus integrantes, quien refirió uno de los testimonios públicos de una víctima que relató los duros momentos que pasó en uno de esos lugares:
“Me hicieron una especie de exorcismo de iniciación antes de entrar a la iglesia. Me taparon la cara hasta que me llevaron hasta el púlpito, en la parte de adelante, y empezaron a hacer una serie de oraciones que eran parte del exorcismo. (...) Este procedimiento duró mucho tiempo. Cuando terminaron me preguntaron si seguía siendo gay.”
Este es uno de los 10 testimonios incluidos en el reportaje publicado por la Revista Volcánicas sobre las mal llamadas “terapias de conversión” en Colombia, y conocidas como ECOSIEG.
Según All Out, “estos falsos tratamientos buscan “corregir” la orientación sexual y/o identidad de género de una persona utilizando métodos que no tienen respaldo científico alguno. Sino que, por el contrario, se basan en la falsa creencia que las personas LGBT+ estamos “enfermas” y necesitamos ser “corregidas””.
En las cifras que mantiene All Out, en Colombia al menos una de cada cinco personas LGTBQI+ ha sido víctima de ECOSIEG, e incluso destacaron que organizaciones de autoridad global como la ONU, ILGA y la Asociación Americana de Psicólogos han catalogado estas prácticas como tortura y una violación a los Derechos Humanos, y han instado a los gobiernos para que las prohíban.
La organización además destacó que estos espacios donde se realizan prácticas de ‘reconversión’ no cuentan con las regulaciones que establece la Organización Mundial de la Salud, convirtiéndose además en un riesgo para la afectación en la salud mental de las personas.
El proyecto sería radicado en la próxima legislatura, y quienes lo promueven esperan que se le dé un trámite ágil para que se convierta en Ley y de esta manera erradicar completamente esta práctica, tal como ya lo han hecho otros países.
"En Colombia no debe practicarse más terapias de conversión, porque somos inconvertibles"
Mauricio Toro, Representante a la Cámara