La Organización Mundial de la Salud, OMS, alertó acerca del estado de la salud mental de los adolescentes en el mundo, luego de presentar los resultados de un estudio, en el que reveló entre otras cosas que “la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes”, según detalló en su página web.
El estudio detalló que a nivel mundial al menos “uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años (14%) padece algún trastorno mental”, quienes para la OMS “son particularmente vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización (que afectan a la disposición a buscar ayuda), dificultades educativas, comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos”.
Para la OMS hay varios factores a nivel externo que tienen una fuerte incidencia en la salud mental del adolescente, algunos de estos guardarían relación con la “exposición a la adversidad, la presión social de sus compañeros y la exploración de su propia identidad”, según el informe.
(Lea también: Tres paralíticos vuelven a caminar gracias a la neurociencia)
Entre tanto, el organismo detalló que también existen “adolescentes que corren mayor riesgo de padecer trastornos de salud mental a causa de sus condiciones de vida o de una situación de estigmatización, discriminación, exclusión, o falta de acceso a servicios y apoyo de calidad”.
La OMS fue más allá sobre sus condiciones de vida, y caracterizó algunos casos como los de jóvenes que “viven en lugares donde hay inestabilidad o se presta ayuda humanitaria; los que padecen enfermedades crónicas, trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual u otras afecciones neurológicas; las embarazadas y los padres adolescentes o en matrimonios precoces o forzados; los huérfanos, y los que forman parte de minorías de perfil étnico o sexual, o de otros grupos discriminados”.
Acerca de las cifras sobre trastornos emocionales, la OMS reveló que “se calcula que el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 4,6% de los de 15 a 19 años padece un trastorno de ansiedad. También se calcula que el 1,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 2,8% de los de 15 a 19 años padecen depresión”.
En cuanto a los trastornos del comportamiento, detalló que “el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), caracterizado por la dificultad para prestar atención, un exceso de actividad y comportamientos en los que no se tienen en cuenta las consecuencias, lo padece el 3,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 2,4% de los de 15 a 19 años. El trastorno disocial (con síntomas de comportamiento destructivo o desafiante) se produce en el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y en el 2,4% de los de 15 a 19 años”.
(Le recomendamos: ¿Sabe cómo ponerse correctamente el condón masculino?)
En la reseña del estudio se presentaron además resultados acerca de la incidencia en la salud mental de los trastornos en la conducta alimentaria, los trastornos con síntomas de psicosis, las autolesiones y el suicidio, del que alertó también que se registra como la cuarta causa de muerte de los adolescentes de 15 a 19 años.
Acerca de las conductas de riesgo que pueden terminar con trastornos de la salud mental, la OMS alertó acerca del consumo de licor y sustancias psicoactivas así como la participación en delitos.
Entre los aspectos que destacó el organismo, señaló que se hace necesario desarrollar políticas de promoción y prevención; la detección y tratamiento tempranos, y señaló que que “también ha elaborado un módulo sobre trastornos mentales y del comportamiento en niños y adolescentes como parte de la guía de intervención del mhGAP 2.0. En ella figuran protocolos clínicos basados en pruebas para evaluar y tratar diversos trastornos mentales en entornos de atención no especializada”.
Finalmente la OMS hizo énfasis en la importancia de que los jóvenes creen “hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental. Algunos de estos son: la adopción de patrones de sueño saludables; hacer ejercicio regularmente; desarrollar habilidades para mantener relaciones interpersonales; hacer frente a situaciones difíciles y resolver problemas, y aprender a gestionar las emociones”, concluyó.